Espero que la cara eterna del después
muestre tu nombre
dandole el susto
a la imperecedera duda.
No se trata de eso, ya sé
y cual la prisa
si se desnuda el hoy
con cada pizca soberbia de locura.
Cuanto será lo que apueste
el gran truhán,
el desquite convierte al juego
en estallido.
No me cabe la idea,
no subyuga el presente
la posible armonía
con redobles que nunca fueron míos.
Pretendo disonancias,
melodías silvestres y pequeñas,
que no saben de rimas
que no entienden de síncopas
que sólo creen...creen
y ya es bastante..
Gabriela
Quiero tanto a Julio...que no hallaría otro modo de nombrar a un lugar donde jugar con letritas.Letras propias, de otros, famosas, anónimas.Queremos tanto a Julio...que deudora de su mundo de conejitos, cartas,cronopios y porque no famas...me dejo escribir...Rayuelando, porque "andábamos sin buscarnos pero sabiendo que estábamos para encontrarnos" como dijo Julio..Cortázar.
Quiero tanto a Julio...que no había modo de llamar a un sitio donde armara mi rincón de juego con letritas...Letras propias, letras de otros, famosos, anónimos...Letras.
Quiero tanto a Julio... que Rayuelando me dispongo a escribir...deudora de su mundo de conejitos, cartas, cronopios y porque no de famas también.
Rayuelando..."porque andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos" como dijo Julio...Cortázar.
Quiero tanto a Julio... que Rayuelando me dispongo a escribir...deudora de su mundo de conejitos, cartas, cronopios y porque no de famas también.
Rayuelando..."porque andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos" como dijo Julio...Cortázar.
Me encantó tu poema.
ResponderEliminarEsas caras, que son las otras del artista, ese después que es un mar insondable y desconocido.
Y allá en la otra orilla, cuando el hombre habiendo callado, deja mas que una herencia material, mas bien un trozo de su alma.
Y nosotros los simples mortales, que contemplamos desde el anonimato, en la intimidad jugamos a ser tan grandes como ellos, y nos atrevemos con una guitarra, una pincel y cincelamos nuestro pequeño espacio-tiempo.