travesías son
Se anudan y desarman
El tiempo a veces las condena
y otras las bendice
dándoles más horas
más días... más tiempo
Pero aún las que no llegan
a otear el horizonte
las que se quedan allí
cercanas a la orilla
si su alimento fue
carne, luz, pasión
sudor, risa, encuentro
si su estofa fue
piel, danza, grito
perduran en un sitio
en que la memoria
las encuentra
ya no para la melancolía
sino para la vida,
esa, la vida
que sabe hacer
con lo bello
algo más que recuerdo.
Gabriela